sábado, 4 de julio de 2009

Articulo: " Conducta"

Conducta:


Se reconocen en el ser humano dos tipos distintos de fenómenos, a los que pueden reducirse todas sus manifestaciones. Uno es concreto, aparece en el cuerpo y en actuaciones sobre el mundo externo; aunque nunca puede existir una acción sobre un objeto sin que concomi-tantemente ocurra una modificación o movimiento del cuerpo, puede suceder que uno u otro sean, en momentos distintos, le más importante. Así, consideramos una conducta concreta corporal cuando se trata, por ejemplo, del enrojecimiento o palidez de la cara, mientras que calificamos de conducta concreta en el mundo extremo. Otro tipo de conducta incluye todas aquellas manifestaciones que no se dan como acciones materiales y concre­tas sino de manera simbólica; estas ultimas son los fenómenos reconocidos como mentales.
Estos son los fenómenos de conducta de los que siempre se ha partido en el estudio psicológico. Las diferencias doctrinarias derivan todas, no de la psicología misma, sino de aplicar a la psicología doctrinas científicas e ideologías que toman selectiva y preferentemente sólo algunos de estos fenómenos y los relacionan de una manera dada, o bien olvidan o poster­gan los fenómenos reales reemplazándolos por abstracciones o entes de los que hacen depender los fenómenos menos reales (alma, espíritu, etcétera); en esta última forma se procede no ya sólo en el campo religioso o metafí-sico, sino en el mismo campo científico.
los dos tipos de fenómenos (concretos y simbólicos) dieron lugar a un dualismo sustancial, de la pluralidad fenoménica se hizo una trasposición a un dualismo sustancial.
los tres tipos de conducta corresponden respectivamente a los fenómenos mentales, corporales y los de actuación en el mundo externo. La conducta siempre implica manifestaciones coexistentes en las tres áreas; es una manifestación unitaria del ser total y no puede aparecer ningún fenómeno en ninguna de las tres áreas sin que implique necesariamente a las otras dos; por lo tanto, las tres áreas son siempre coexistentes. El pensar o imaginar —por ejemplo— (conductas en el área de la mente) no pueden darse sin la coexistencia de manifestaciones en el cuerpo y en el mundo externo y —respectivamente- también a la inversa.
El docente interviene en la modificación de la conducta, tiene como objetivos promover el cambio a través de técnicas de intervención psicológicas para mejorar el comportamiento de las personas, de forma que desarrollen sus potencialidades y las oportunidades disponibles en su medio, optimicen su ambiente, y adopten actitudes valoraciones y conductas útiles para adaptarse a lo que no puede cambiarse. El área de la modificación de conducta es el diseño y aplicación de métodos de intervención psicológicas que permitan el control de la conducta para producir el bienestar, la satisfacción y la competencia personal.

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